En esta edad tan complicada ¿cómo pueden los padres lograr que sus hijos estén motivados a tomar decisiones que los beneficien?
Un estereotipo acerca de los adolescentes es la creencia de que les falta responsabilidad, que nos les interesa nada o que simplemente no tienen iniciativa. Aunque estas actitudes son frecuentes y pueden resultar molestas para los padres, lo cierto es que responden a varias cuestiones relacionadas con el autoconcepto, autoestima y la confianza en sí mismos.
La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes no han encontrado su lugar en el mundo, ya que se encuentran en la frontera entre la niñez y la adultez. Por un lado empiezan a tener más responsabilidades y compromisos, pero por otro aún están atados a la autoridad de distintas figuras adultas. A esto se le suma que en esta etapa los chicos quieren explorar el mundo, las relaciones y otros tipos de pensamiento, lo que puede dar como resultado un conflicto entre lo que los padres desean y los que los chicos quieren hacer.
En esta edad tan complicada ¿cómo pueden los padres lograr que sus hijos estén motivados a tomar decisiones que los beneficien? Para poder responder a esta cuestión es de suma importancia saber que motivar es dar un propósito, por el contrario, no es hacer que los jóvenes hagan las cosas porque es lo que deben hacer según una razón arbitraria. Los padres tienden a dar como razón de una orden el “se hace porque yo mando”, pero esto solo es contraproducente ya que muy probablemente genere comportamientos rebeldes.
La verdadera motivación es aquella que una persona encuentra a través del descubrimiento de sus intereses y la utilidad de las actividades mismas, es decir, cuando nace de una necesidad propia.
Quizá la clave para motivar sea la comunicación. Como mencionamos, los adolescentes están en busca de su lugar en el mundo, por lo que tanto saber escuchar, como hablar con ellos para que lo logren es fundamental para ayudarlos a encontrar su propio camino. Los padres deben de ser guías en la vida de su hijos, pero esto es imposible si ninguna de las dos partes se comprende, es decir, si no hay un acuerdo en común acerca del camino que deseamos emprender.
Para esto es necesario el respeto a las inquietudes de los jóvenes, pero también dar los conocimientos que vienen de nuestra propia experiencia a través de la apertura al diálogo y a la creación de vínculos afectivos. Esto lo podemos llevar a la práctica en distintos ámbitos cotidianos:
En la casa: El hogar es el punto donde sucede la mayor parte de la convivencia entre padres e hijos, es también el lugar que se habita y que se intenta mantener a través del trabajo. En ocasiones los jóvenes no dan el cuidado suficiente a las labores del hogar, esto se da con frecuencia porque los chicos lo dan por sentado, y no entienden que es necesario trabajar para tener un hogar. Ayudar a los adolescentes a entender la importancia de cuidar el hogar es tan fácil como sentarse a hablar acerca de las tareas que son necesarias, armar un plan conjunto para llevarlas a cabo y hacer un seguimiento para que poco a poco se vuelva un hábito.
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En la escuela: Otra área de importancia en la vida de los jóvenes es su desarrollo académico. Para muchos chicos el ir a la escuela es solo una responsabilidad más, esto debido a que aún no se enfrentan a los retos de la etapa productiva. Los padres deben hacer hincapié a que los chicos encuentren áreas de su interés en las que puedan desarrollarse en el futuro, es decir, ayudarlos a irse construyendo con distintas habilidades y conocimientos con las que ellos mismos sepan que podrán cumplir sus sueños y aspiraciones a través de la educación.
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Trabajo: Aunque muchos piensan que llevar un trabajo mientras se es joven puede ser una distracción de los estudios, un trabajo también ayuda a que los chicos empiecen a darse cuenta del reto que es salir adelante, y a que aprendan nuevas habilidades prácticas como puede ser la atención, comunicación y responsabilidad. Un trabajo de fin de semana puede ser ideal ya que ofrece una recompensa económica para que los jóvenes puedan darse gustos o salir con amigos, a la vez que no consume tanto tiempo.
Sin duda la preocupación de los padres acerca de la motivación de sus hijos surge a raíz de querer brindarles el mayor número de oportunidades para su futuro. En este sentido hay que ser guías constantes, pero también admitir que el aprendizaje se da a través de la experiencia. En Dédalo compartimos el objetivo de ayudar a los jóvenes a encontrar su camino de vida, para esto hemos creado el curso online Construyendo una vida, donde a través de 7 módulos proporcionamos herramientas prácticas para crear un plan de vida claro y realizable.
Referencias:
Chris Hudson - The 7 secrets of motivating teenagers
Debra Beck - How To Motivate A Teenager
Por: Andrés González
Investigador de Magia en Dédalo México, estudió filosofía en el Claustro de Sor Juana, está interesado en conocer nuevas pedagogías que respondan a las problemáticas contemporáneas.
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