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Foto del escritorSantiago Lecumberri

Valor de Viernes - El Maratón de Chicago

Hola, hola


Espero estés cerrando un tremendo viernes


Que locura todo lo que ha pasado desde la última vez que escribí


Pero hay una que se lleva toda mi atención y emoción, y si me leíste la semana pasada, sabes de que hablo


El maratón de la ciudad de Chicago


Cometí muchos errores en esta carrera, y un enorme acierto


Me equivoqué caminando y desgastándome más de la cuenta los días anteriores


Me equivoqué no teniendo una sesión previa de fisioterapia


Me equivoqué con lo que comí unos días antes de la carrera


Me equivoqué no planeando la ruta


Pero definitivamente no me equivoqué disfrutando cada metro que recorrí

Hace dos años, en el maratón de la Ciudad de México, rompí mi récord de velocidad


y a pesar de haberlo terminado en un buen tiempo, no disfruté la ruta, se me olvidó ese pequeño pero crucial parte del trabajo


En esta ocasión, no permití que esto me pasara, te cuento


Empecé muy MUY temprano, porque estaba hospedado lejos de la salida


Llegué, con mucho frío y con ropa que me quedaba demasiado grande pero me cuidaba de enfriarme


Me acerqué a mi corral, o punto de salida


Hice algunas cuentas amistades, todos con la misma cara de emoción y hartos nervios


Cuando llegó la hora, todo mundo se fue quitando la ropa extra, quedándose solo con la deportiva, y dejando las sudaderas en espacios especiales para su donación.


No sé a ustedes, pero eso se me hizo muy raro, por lo menos yo, en México no estoy acostumbrado a dejar así la ropa como si nada.


Empezó el conteo regresivo… a correr

Cruce el punto de salida con una sonrisa, frío, nervios y mi playera de México


Correr en millas pega distinto que correr en kilómetros


Las distancias, o “checkpoints” los sientes más largos, pero por el otro lado corres menos, en lugar de 42, son 26, bien ahí


La porra es espectacular, y somos muchos mexicanos


Cada vez que le gritan a México, o veo una bandera, me hago a la idea que está ahí para mi


Primeros kilómetros se sienten bien y me siento fuerte


Empieza el dolor de pie, yo el más asustado recordando la lesión que me frenó 4 meses este año


Bajamos un poquito la velocidad, y empezamos con el diálogo interno


Nunca me había caído tan bien y tan mal al mismo tiempo


Me sentía como Kronk en las locuras del emperador, sentía a mi angelito y diablito teniendo conversaciones fuertes en mi cabeza


¿conversaciones? se estaban agarrando a golpes


Los golpes, se convirtieron en besos, y los besos en golpes otra vez


Así cruce la marca del medio maratón, y cuando llegué al kilómetro 30 (de 42) uno de los dos ganó


Frené, en seco


Me costaba respirar, me costaba caminar, los pies ya no los aguantaba


La porra me empezó a gritar: avancé poquito


Me gritaron más fuerte: avancé más


Y entre peleas internas, ampollas, gritos de la porra y un par de gritos de mi parte, no me volví a frenar hasta cruzar meta


Bajé mucho más la velocidad de lo que me hubiera gustado


Pero crucé la meta una vez más


Alguien que adoro me dijo poco antes del maratón: “Este año tuviste una lesión que no te dejaba ni caminar, estás a punto de hacer tu segundo maratón en un año”


Sus palabras me resonaron más veces de las que podría contar a lo largo de la carrera


Te hago todo este resumen, por varias razones


Empezando que lo quería tener escrito en algún lado para cuando se me olvidé


A veces no llego tan rápido como me gustaría a la metas que me propongo


A veces no me veo tan bien, o no lo hago de la forma más elegante o cool


Pero si me propongo una meta… no me voy a detener hasta cumplirla


Tal vez baje la velocidad, tal vez me frene a tomar aire unos segundos, tal vez avance corriendo


Pero si la meta es la correcta, voy a hacer todo lo que mis capacidades me permitan para alcanzarla


OJO: dije que es la meta correcta eh, regresar con tu ex pareja tóxica, permanecer en un trabajo que odias, o una meta solo por inflarte el ego NUNCA es la meta correcta


Yo no me considero, ni soy, un gran corredor


No soy el más rápido, el más fuerte, o el que alcance las más largas distancias


Pero sí lo puedo disfrutar


Pero sí son metas que me emocionan


Corro, por lo que me hace sentir


Eso lo recordé todos los kilómetros de esta carrera.


Para empezar a cerrar esto, te quiero regalar las siguientes preguntas:


¿Qué tanto te comprometes con las metas que te pones?


Cuando lo necesitas ¿sabes dónde encontrar a tu porra? ¿qué necesitas para seguir?


¿Cómo sabes cuando una meta es la correcta?


¿Qué actividad realizas sin que te importa que tan bien lo haces? ¿o lo que digan de ti los demás?


Por lo pronto, ahora me toca descansar


Volver a correr poco a poco, y disfrutar más


Regreso a muchos pendientes de trabajo


Regreso a lanzar un proyecto que me es muy emocionante


¿Cómo generar más resultados con menos estrés?


¿Te interesaría ser parte?


Por lo pronto: a correr por tus metas, si no puedes correr: camina, y si de plano no puedes caminar, échale porras a los que sí


Todos aquí estamos corriendo nuestros propios maratones y buscando nuestras metas


Nunca vas a saber si tu porra puede ser lo que el otro necesita


Yo (Lecu)


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